"Sólo la sed" de Alejandra Pizarnik

sólo la sed

el silencio

ningún encuentro


cuídate de mí amor mío

cuídate de la silenciosa en el desierto

de la viajera con el vaso vacío

y de la sombra de su sombra



Análisis estructural del poema

El poema está compuesto de 7 versos libres, divididos en dos estrofas, de tres y cuatro versos. La primera estrofa está compuesta de tres versos libres, epigramáticos: El primero está compuesto de tres palabras, el segundo y el tercero de dos palabras.

La segunda estrofa está compuesta de cuatro versos libres, se divisa una anáfora “Cuídate” / “Cuídate” asi como un asíndeton cuyo uso suele tener la intención de querer dar agilidad al verso. La frase “sombra de su sombra” puede verse tanto como una hibérbole asi como una imagen visionaria.

Análisis interpretativo del poema bajo el aspecto de la presencia / ausencia.

La primera estrofa brilla por su brevedad. Está compuesta de tres versos libres de 3/2/2/ palabras respectivamente. Con este hecho de índole estructural se podría empezar a hablar de la presencia de brillo que llama la atención mediante el estilo epigramático de la estrofa, o sea, la brevedad de expresión.

Se divisan tres sustantivos: “sed”, “silencio”, “encuentro” que pueden ser vistos como cimientos del poema por dos razones: el estilo epigramático de los versos y la función de sustantivo que conlleva el ser núcleo de un sintagma nominal.

Además estos sustantivos se hablan unidos por el significado de carencia que los une formando así un paralelismo semántico: La “sed” es la carencia de un acto vital que es la de beber, el “silencio” se puede interpretar como la falta de palabras, de comunicación asi como la palabra “encuentro” que está acompañada por la negación “ningún” significando de este modo la inexistencia del encuentro. Se puede decir entonces que se están nombrando tres sustantivos caracterizados por la carencia. Lo que significaría que tanto “la sed”, “el silencio” y “ningún encuentro” están señalando carencia debido a la ausencia de líquido, palabras y encuentro. Es decir, lo que existen son esas palabras que no existirían si no hubiera esa carencia. Esa carencia es entonces el creador de la existencia de esas tres palabras: Mediante la ausencia se crea presencia.

En el primer verso de la segunda estrofa se divisa por primera vez en el poema la presencia de una voz poética femenina que le está dando un consejo, una advertencia a un “tú”: “cuídate de mí amor mío”. Entonces se cuenta con la presencia de un yo, un tú, de amor y de una advertencia. El hecho de que este verso no tenga coma agiliza en un principio su leida pero al contraponerse con el hecho del uso inusual consecutivo de los pronombres mí y mío hace que se produzca una pausa y se vuelva a leer ocasionando tanto extrañeza como fijación en el mismo.

En el segundo verso, la voz poética vuelve a repetir la palabra “cuídate” pero está vez le advierte a un tú sobre una tercera persona: “la silenciosa en el desierto”, hecho que se repite en el tercer verso pero está vez es “la viajera con el vaso vacío” y en el cuarto verso habla de: “la sombra de su sombra” produciéndose de este modo un desdoblamiento de la voz poética.

Con la presencia de “la silenciosa”, de “la viajera” asi como de “su sombra” se observa una descripción de la voz poética que señala carencia ya que la silenciosa es la que no habla, no se comunica, “la viajera” asi como “la sombra de su sombra” es la que no está presente pues la sombra puede interpretarse como la imagen visionaria de la muerte.

Con la muerte deja de existir no sólo el desdoblamiento de la voz poética sino que también deja de existir el otro que sería ese “tú”, receptor del amor que por ende también deja de existir.

La inexistencia de ese “tú” se intensifica mediante la palabra “desierto” lugar desolado en el cual se encuentra “la silenciosa” asi como mediante la imagen del “vaso vacío” haciendo alusión a la ausencia del agua, símbolo de vida. Este símbolo se halla ligado a la imagen de la muerte de la “sombra” asi como “la sombra de su sombra” hace alusión a la historia de Orfeo que va a rescatar a su amada Euridice del mundo inferior consiguiendo convencer a Hades y Perséfone mediante la belleza de su música pero con la condición de que él debía andar delante de Euridice sin mirar hacia atrás hasta haber salido al mundo superior. Orfeo no puede evitarlo y se volteá a ver si ella sigue atrás suyo pero al divisarla, ella se desvanece antes sus ojos.

Entonces ¿qué es lo que realmente existe en este poema?

“Sólo la sed” que podría interpretarse como la sed de la voz poética de sentir amor hacia la otra persona que sirve de motor inspirador matriz y lleva a la voz poética a la visión de una ficción, creando asi el poema.

Tanto el significado de la palabra “sólo” que indica de manera concisa que “la sed” es lo único existente asi como el hecho de la ausencia de título acentúan la importancia del primer verso.

Análisis interpretativo del poema bajo el aspecto del ocultamiento / revelación

La revelación interpretativa del poema se encuentra ocultamente en el primer verso “Sólo la sed” es el mensaje principal del poema, “sólo la sed” es lo que existe y lo que lleva a la voz poética a inspirarse para contar la visión de una ficción en forma de poema. Al mismo tiempo el hecho de ser sólo la visión de una ficción es lo que la voz poética quiere ocultar.

Análisis de correspondencia entre lo estructural y el contenido del poema

Como ya se había observado anteriormente el poema está compuesto de dos estrofas. La primera estrofa tiene tres versos, la segunda cuatro.

Se podría decir que el primero y segundo verso de la primera estrofa están conextados por su valor epimagrático de eslogan y que el tercer verso sintentiza el resultado de “ningún encuentro” pues con sed y silencio o inactividad no puede existir “ningún encuentro”.

Asi mismo el último verso de la segunda estrofa “la sombra de su sombra” da la más valiosa pista sobre la inexistencia de los desdoblamientos de la voz poética lo que revela al mismo tiempo la inexistencia de la constelación yo-tú. Este verso se halla conextada al último verso de la primera estrofa: ya que “la sombra de su sombra” no puede tener “ningún encuentro”.

Existe un paralelismo semántico entre la primera y segunda estrofa:

Sed: desierto, vaso vacío.

Silencio: silenciosa, desierto

Ningún encuentro: viajera, sombra

Lo que crea un aposicionamiento de carácter central al verso “cuídate de mí amor mío”.

"En tu arniversario" de A. Pizarnik

Análisis e interpretación del poema „En tu aniversario“

En tu aniversario

Recibe este rostro mío, mudo, mendigo.
Recibe este amor que te pido.
Recibe lo que hay en mí que eres tú.


Aspecto formal:
El poema está compuesto de tres versos libres. Salta a la vista una anáfora (Recibe / Recibe / Recibe) que transmite una sensación de unión entre estos tres versos. En el primer verso se denota una aliteración: mío, mudo, mendigo. La palabra mendigo y te pido están ligadas no solamente a través de una asonancia (e, i, o) sino también a través del significado, lo que vendría a denominarse paralelismo semántico.


Aspecto interpretativo:
Se puede deducir mediante el título que el Yo lírico está dando un regalo de aniversario a un “tú”. En el primer verso le regala “su rostro” que puede interpretarse como una acción de intimidad y entrega. Al mismo tiempo, está aclarando con los adjetivos “mudo”, “mendigo” que lo que está dando está caracterizado por la carencia: “mudo” que significa sin voz, sin palabras y “mendigo” que se utiliza para denominar a alguien que carece de algo y lo pide.

En el segundo verso el Yo lírico sigue dando. Esta vez, está regalando “este amor” que puede interpretarse de dos maneras: la primera como la entrega de amor del yo lírico con carencia. La carencia se refleja en que el yo lírico desea ser correspondido en el amor por la “persona de aniversario”, la segunda se puede interpretar como “el amor de la persona de aniversario” lo que significaría un amor no existente. Como ya se ha dicho, las palabras “mendigo” y “te pido” están unidas por una asonancia y por su significado (el mendigo pide algo que no tiene).En el último verso: el Yo lírico utiliza la figura retórica del eufemismo. Lo que a primera vista podría interpretarse como un gesto de suma nobleza y entrega, es a la hora de interpretar, un gesto nulo. El Yo lírico está dando lo que hay en él, que es la persona de aniversario. Pero esa persona es un deseo, algo no dado, no poseído. También se podría interpretar como un gesto vengativo pues de esta manera el Yo lírico se estaría deshaciendo de algo que nunca ha tenido o que ya no lo tiene.

En los tres versos el Yo lírico está regalando algo que no hay, que no existe. Se podría también decir que se está deshaciendo de algo que nunca ha recibido. Aquí se denota una ruptura de intercambio porque en el amor correspondido existe una dinámica de dar y recibir que en este poema no puede llevarse a cabo.

Como conclusión, se puede decir que el sentido de carencia es lo que se refleja constantemente dentro del poema, es el Leitmotiv.

Poema sin título del "Árbol de Diana" de Alejandra Pizarnik

Análisis e interpretación del poema sin título de “Árbol de Diana” 1962

He dado el salto de mí al alba.
He dejado mi cuerpo junto a la luz
y he cantado la tristeza de lo que nace.

Descifrando

El poema está compuesto de tres versos libres. Se aprecia una anáfora “He / He”, una aliteración “dado” / “dejado” asi como un paralelismo semántico entre estos dos verbos al comienzo de los dos primeros versos. La voz poética ha dado el salto de ella para llegar a la primera luz del día antes de salir el sol. En esta imagen, impregnada de movimiento, de luz y atrevimiento, se produce un desdoblamiento de la voz poética para llegar al alba. En el segundo verso la voz poética aclara que lo que ha abandonado, despojado es su cuerpo y no su espíritu, lo que se hubiera podido pensar al leer e imaginarse el primer verso. Lo que queda de la voz poética es entonces su espíritu, es algo no material.

Esta imagen de abandono del cuerpo podría ser interpretada como una imagen alegórica a la muerte pero el hecho de dejarlo junto a la luz causa incertidumbre y es opuesta a la comprensión cristiana de la muerte donde es el espíritu lo que va hacia la luz.

Quizás es por eso que sería conveniente observar el significado del alba, el que conlleva, como lo deduce Florinda F. Goldberg al hablar de los elementos luz y oscuridad y sus derivados semánticos, dos significados, uno de carácter referencial, sensorial y otro simbólico que a su vez se halla dividido en lo tradicional y en lo privado que se refiere a la comprensión de la autora [1]. Entonces si analizamos el significado sensorial de la palabra se puede decir que predomina el sentido visual de la claridad y la luz (paralelismo semántico encontrado en el segundo verso del poema). Mientras que dentro del significado simbólico tradicional “el alba” es símbolo de nacimiento, de esperanza pero también “constituye la transición dolorosa y rechazada entre el espacio/tiempo de la plenitud y el de la pérdida”[2]. Sobre todo para los amantes y místicos, como lo ejemplifica Goldberg con la imagen de Romeo y Julieta quienes también renegaron del alba. La conexión de estos dos significados se podría encontrar en la palabra “nacimiento” donde se hallan incorporados las imagenes de la claridad y el dolor, y se podría decir que la voz poética ha querido transmitir ambos significados cantado “la tristeza de lo que nace”.



[1] Ver: Goldberg F., Florinda: Alejandra Pizarnik: „Este espacio que somos“. Gaithersburg 1994, página 55.

[2] Ibid., página 56.

"Noche" de A. Pizarnik

Análisis e interpretación del poema „noche“ de “la última inocencia” 1956

Noche

Tal vez esta noche no es noche,
debe ser un sol horrendo, o
lo otro, o cualquier cosa...
¡Qué se yo! Faltan palabras,
falta candor, falta poesía
cuando la sange llora y llora!
¡Pudiera ser tan feliz esta noche!
Si sólo me fuera dado palpar
las sombras, oír pasos,
decir “buenas noches” a cualquiera
que pasease a su perro,
miraría la luna, dijera su
extraña lactescencia tropezaría
con piedras al azar, como se hace.
Pero hay algo que rompe la piel,
una ciega furia
que corre por mis venas.
¡Quiero salir! Cancerbero del alma
¡Deja, Déjame traspasar tu sonrisa!


¡Pudiera ser tan feliz esta noche!
Aún quedan ensueños rezagados.
¡Y tantos libros! ¡Y tantas luces!
¡Y mis pocos años! ¿Por qué no?
La muerte está lejana. No me mira.
¡Tanta vida Señor!
¿Para qué tanta vida?

Descifrando

El poema empieza con una duda “Tal vez esta noche no es noche”. Una voz poética trata de encontrar las palabras adecuadas para describir a la noche pero no las encuentra. Intenta describirla utilizando la imagen de un “sol horrendo” definiéndo, a su vez, la imagen negativa que está teniendo hacia la noche.
Su búsqueda por describir a la noche obtiene un tono de resignación “o cualquier cosa...” la que la lleva a un estado de impotencia y enervamiento: “¡Qué se yo!”. De lo que sí sabe es de su carencia: Faltan palabras! Falta candor, falta poesía cuando la sangre llora y llora! Con esta personificación la voz poética revela al lector el estado de sufrimiento en el cual se encuentra. Ese estado cobra intensidad mediante la reduplicación: „Faltan palabras / Falta candor / Falta poesía” asi como „Llora y llora“.

En la segunda estrofa de este poema, la voz poética sueña con la felicidad nombrando lo que la haría sentir asi: El poder “palpar las sombras”, “oír pasos”, decir “buenas noches”. El hecho de que estas frases condicionales irreales estén contruídas con el imperfecto del subjuntivo y no con el pluscuamperfecto del subjuntivo deja entrever la existencia de posibilidad, de esperanza.
Pero en la tercera estrofa la desesperanza recobra intensidad mediante esta hibérbole: “hay algo que rompe la piel / una ciega furia”. Allí se encuentra también la razón de su impotencia, de su desdicha. La voz poética vuelve a intentar liberarse de ese estado: “¡Quiero salir! Dirigiéndose a un tú, al “cancerbero del alma” pidiéndole que le deje traspasar su sonrisa! Y el lector se pregunta por qué “sonrisa”?

En la última estrofa vuelve la esperanza, la voz poética nombra lo que le causa felicidad: “libros”, “luces” y hace alude a su juventud. Pero es con ese tema que vueve la deseperanza y el sin razón de ser de la voz poética.
El hecho de que en la exclamación se dirija al “Señor” da un acento de lamento, de invocación al poema. El poema termina con una interrogación retórica “¿Para qué tanta vida?, con la cual se cierra el círculo de duda empezada en el primer verso del poema.

La voz poética titula al poema “noche”, una noche que no es noche y que está descripta con la imagen de “sol horrendo” se podría interpretar como la muerte que no es muerte asi como la imagen del “sol horrendo” podría ser una imagen de la vida que no es vida, o mejor dicho, es vida que sobra.

"En un lugar para huirse" de Alejandra Pizarnik

Análisis e interpretación del poema „En un lugar para huirse“ de “los trabajos y las noches” 1965

En un lugar para huirse

Espacio. Gran espera.
Nadie viene. Esta sombra.
Darle lo que todos:
significaciones sombrías,no asombradas.
Espacio. Silencio ardiente.
¿Qué se dan entre sí las sombras?


Descifrando

La primera palabra en este poema es “espacio” que podría interpretarse como sinónimo de lugar asi como también como un espacio causado por la falta de algo/alguien. Alguien está esperando la llegada de otra persona que no viene, esa ausencia está remarcada con la imagen de “esta sombra”.
Tanto la brevedad de las frases de esta primera estrofa asi como las pausas causadas por las reiteradas conjunciones, figura retórica conocida bajo el nombre de polisíndeton, dan la sensación de escuchar el sonido de la manecilla del reloj causando un efecto de prolongación en el tiempo y acentúando asi la acción de esperar.
Y uno se pregunta ¿A quién se está esperando? Y sobre todo ¿Qué significa ese “espacio”?. Observando el título del poema “En un lugar para huirse” uno se ve confrontado con la incertidumbre porque se halla ante una antítesis: El verbo está utilizado de manera reflexiva, lo que indicaría la presencia de una voz poética que está hablando de un lugar para apartarse de ella misma, de sí misma.
Y uno se pregunta si ese lugar existe. El único espacio en que uno podría creer que se puede apartar de si mismo es estando muerto: Lo que significaría que la voz poética está esperando a la muerte personificada en ese “nadie”.

Lo que aclararía también el mensaje de la segunda estrofa: “Darle lo que todos / significaciones sombrías, no asombradas” refiriéndose de este modo a como los demás conciben la muerte; como algo tétrico pero sin novedad. En esos versos se puede observar un juego de palabras, una paranomasía, ya que aunque las palabras “sombrías” y “asombradas” provengan de una misma raíz (sombra), tienen significados diferentes.

En la última estrofa se observa una intensificación de la ausencia sentida por la voz poética mediante la repetición de la palabra “espacio”, la presencia de una sinestesia “silencio ardiente” que a su vez intensifica el efecto negativo de esa ausencia y la interrogación retórica “¿Qué se dan entre sí las sombras?” que si se intentaría encontrar una respuesta nos hallaríamos ante la palabra “nada”. Esta intensificación de la ausencia sentida por la voz poética se podría traducir como la ansiedad que siente ella por que venga lo esperado que denota a su vez las ganas o necesidad de apartarse de sí misma, de huirse que está experimentando la voz poética.

El Leitmotiv en este poema es el de la ausencia: la persona que no viene, el espacio no llenado, el silencio, la huida no realizable, la muerte no concebida.

Pd: Interpretado con la ayuda de la fantasía mágica de Alejandra de Argentina en un barco-bar a orillas de un canal berlinés.

Pd: Toda coincidencia de nombre y nacionalidad es mágica causalidad


"El ausente" de Alejandra Pizarnik

Análisis e interpretación del poema „El Ausente“ de “las aventuras perdidas” 1958

El ausente

I

La sangre quiere sentarse
Le han robado su razón de amor.
Ausencia desnuda.
Me deliro, me desplumo.
¿Qué diría el mundo si Dios
lo hubiera abandonado así?


II

Sin ti
el sol cae como un muerto abandonado.

Sin ti
me tomo en mis brazos
y me llevo a la vida
a mendigar fervor.





En el primer verso de este poema, compuesto de dos partes; una de seis versos libres, la otra de dos estrofas con dos y cuatro versos libres respectivamente, se denota el inmenso dolor que la voz poética siente ante el abandono, la ausencia de su amado: La personificación de que “la sangre quiere sentarse”, que ya no quiere fluir es, a la vez, una alegoría al hecho de no querer seguir viviendo porque “le han robado su razón de amor”. Asi mismo se divisa lo presente (“la sangre” / la voz poética) de lo ausente (“la razón de amor” / su amado).
El tercer verso está compuesto por dos palabras “Ausencia desnuda” que expresan la cruel realidad de la ausencia del amado. Se observa un juego de palabras pues mientras que “ausencia” significa lo que no está, el adjetivo “desnuda” califica a algo o alguien que está, pero que no posee nada de ropa asi como también puede calificar a algo que está claro, sin doblez, patente. De cualquier manera, se siente la desesperación, la locura que ocasiona esta ausencia a la voz poética: “Me deliro”, me desplumo”. Con esta ausencia la voz poética tiene no sólo perturbada la razón sino no sabe que hacer con ella misma.
La primera parte del poema “El ausente” termina con una interrogación retórica: “¿Qué diría el mundo si Dios lo hubiera abandonado así?”. Mediante esta hipérbole la voz poética busca comprensión a la dimensión del sufrimiento que está sintiendo asi mismo está ubicando a la persona amada en una posición divina al compararlo con Dios.
En la segunda parte la voz poética se dirige directamente a su amado diciendole: “Sin ti / el sol cae como un muerto abandonado”, con esta alegoría se acentúa la oscuridad fúnebre en la que le ha dejado esta ausencia. Si se tiene en cuenta que el amado en realidad ya no está, esta frase de estilo directo ya no tiene destinatario, es más, está frase gana eco, gana profundidad, acentúando de esta manera el vacío, la soledad por la que está pasando la voz poética.
Esta soledad se sigue percibiendo en la segunda estrofa, en la cual la voz poética sigue hablándole a su amado y le cuenta que se va “a la vida a mendigar fervor”. Con esta confesión la voz poética no sólo se sitúa en la posición de mendiga sino que a la vez se sitúa en la posición de devota ya que lo que pide es “fervor”, ella está pidiendo sentir adoración por alguien. Con la palabra “fervor” no sólo se crea una conexión con la palabra “Dios” de la primera parte del poema, en donde la voz poética compara a su amado con él, sino que también revela que para la voz poética su razón de amor, es el fervor, lo que se podría interpretar a su vez como el significado que ella tiene del amor que sería entonces la entrega.