sólo la sed
el silencio
ningún encuentro
cuídate de mí amor mío
cuídate de la silenciosa en el desierto
de la viajera con el vaso vacío
y de la sombra de su sombra
Análisis estructural del poema
El poema está compuesto de 7 versos libres, divididos en dos estrofas, de tres y cuatro versos. La primera estrofa está compuesta de tres versos libres, epigramáticos: El primero está compuesto de tres palabras, el segundo y el tercero de dos palabras.
La segunda estrofa está compuesta de cuatro versos libres, se divisa una anáfora “Cuídate” / “Cuídate” asi como un asíndeton cuyo uso suele tener la intención de querer dar agilidad al verso. La frase “sombra de su sombra” puede verse tanto como una hibérbole asi como una imagen visionaria.
Análisis interpretativo del poema bajo el aspecto de la presencia / ausencia.
La primera estrofa brilla por su brevedad. Está compuesta de tres versos libres de 3/2/2/ palabras respectivamente. Con este hecho de índole estructural se podría empezar a hablar de la presencia de brillo que llama la atención mediante el estilo epigramático de la estrofa, o sea, la brevedad de expresión.
Se divisan tres sustantivos: “sed”, “silencio”, “encuentro” que pueden ser vistos como cimientos del poema por dos razones: el estilo epigramático de los versos y la función de sustantivo que conlleva el ser núcleo de un sintagma nominal.
Además estos sustantivos se hablan unidos por el significado de carencia que los une formando así un paralelismo semántico: La “sed” es la carencia de un acto vital que es la de beber, el “silencio” se puede interpretar como la falta de palabras, de comunicación asi como la palabra “encuentro” que está acompañada por la negación “ningún” significando de este modo la inexistencia del encuentro. Se puede decir entonces que se están nombrando tres sustantivos caracterizados por la carencia. Lo que significaría que tanto “la sed”, “el silencio” y “ningún encuentro” están señalando carencia debido a la ausencia de líquido, palabras y encuentro. Es decir, lo que existen son esas palabras que no existirían si no hubiera esa carencia. Esa carencia es entonces el creador de la existencia de esas tres palabras: Mediante la ausencia se crea presencia.
En el primer verso de la segunda estrofa se divisa por primera vez en el poema la presencia de una voz poética femenina que le está dando un consejo, una advertencia a un “tú”: “cuídate de mí amor mío”. Entonces se cuenta con la presencia de un yo, un tú, de amor y de una advertencia. El hecho de que este verso no tenga coma agiliza en un principio su leida pero al contraponerse con el hecho del uso inusual consecutivo de los pronombres mí y mío hace que se produzca una pausa y se vuelva a leer ocasionando tanto extrañeza como fijación en el mismo.
En el segundo verso, la voz poética vuelve a repetir la palabra “cuídate” pero está vez le advierte a un tú sobre una tercera persona: “la silenciosa en el desierto”, hecho que se repite en el tercer verso pero está vez es “la viajera con el vaso vacío” y en el cuarto verso habla de: “la sombra de su sombra” produciéndose de este modo un desdoblamiento de la voz poética.
Con la presencia de “la silenciosa”, de “la viajera” asi como de “su sombra” se observa una descripción de la voz poética que señala carencia ya que la silenciosa es la que no habla, no se comunica, “la viajera” asi como “la sombra de su sombra” es la que no está presente pues la sombra puede interpretarse como la imagen visionaria de la muerte.
Con la muerte deja de existir no sólo el desdoblamiento de la voz poética sino que también deja de existir el otro que sería ese “tú”, receptor del amor que por ende también deja de existir.
La inexistencia de ese “tú” se intensifica mediante la palabra “desierto” lugar desolado en el cual se encuentra “la silenciosa” asi como mediante la imagen del “vaso vacío” haciendo alusión a la ausencia del agua, símbolo de vida. Este símbolo se halla ligado a la imagen de la muerte de la “sombra” asi como “la sombra de su sombra” hace alusión a la historia de Orfeo que va a rescatar a su amada Euridice del mundo inferior consiguiendo convencer a Hades y Perséfone mediante la belleza de su música pero con la condición de que él debía andar delante de Euridice sin mirar hacia atrás hasta haber salido al mundo superior. Orfeo no puede evitarlo y se volteá a ver si ella sigue atrás suyo pero al divisarla, ella se desvanece antes sus ojos.
Entonces ¿qué es lo que realmente existe en este poema?
“Sólo la sed” que podría interpretarse como la sed de la voz poética de sentir amor hacia la otra persona que sirve de motor inspirador matriz y lleva a la voz poética a la visión de una ficción, creando asi el poema.
Tanto el significado de la palabra “sólo” que indica de manera concisa que “la sed” es lo único existente asi como el hecho de la ausencia de título acentúan la importancia del primer verso.
Análisis interpretativo del poema bajo el aspecto del ocultamiento / revelación
La revelación interpretativa del poema se encuentra ocultamente en el primer verso “Sólo la sed” es el mensaje principal del poema, “sólo la sed” es lo que existe y lo que lleva a la voz poética a inspirarse para contar la visión de una ficción en forma de poema. Al mismo tiempo el hecho de ser sólo la visión de una ficción es lo que la voz poética quiere ocultar.
Análisis de correspondencia entre lo estructural y el contenido del poema
Como ya se había observado anteriormente el poema está compuesto de dos estrofas. La primera estrofa tiene tres versos, la segunda cuatro.
Se podría decir que el primero y segundo verso de la primera estrofa están conextados por su valor epimagrático de eslogan y que el tercer verso sintentiza el resultado de “ningún encuentro” pues con sed y silencio o inactividad no puede existir “ningún encuentro”.
Asi mismo el último verso de la segunda estrofa “la sombra de su sombra” da la más valiosa pista sobre la inexistencia de los desdoblamientos de la voz poética lo que revela al mismo tiempo la inexistencia de la constelación yo-tú. Este verso se halla conextada al último verso de la primera estrofa: ya que “la sombra de su sombra” no puede tener “ningún encuentro”.
Existe un paralelismo semántico entre la primera y segunda estrofa:
Sed: desierto, vaso vacío.
Silencio: silenciosa, desierto
Ningún encuentro: viajera, sombra
Lo que crea un aposicionamiento de carácter central al verso “cuídate de mí amor mío”.