"Noche" de A. Pizarnik

Análisis e interpretación del poema „noche“ de “la última inocencia” 1956

Noche

Tal vez esta noche no es noche,
debe ser un sol horrendo, o
lo otro, o cualquier cosa...
¡Qué se yo! Faltan palabras,
falta candor, falta poesía
cuando la sange llora y llora!
¡Pudiera ser tan feliz esta noche!
Si sólo me fuera dado palpar
las sombras, oír pasos,
decir “buenas noches” a cualquiera
que pasease a su perro,
miraría la luna, dijera su
extraña lactescencia tropezaría
con piedras al azar, como se hace.
Pero hay algo que rompe la piel,
una ciega furia
que corre por mis venas.
¡Quiero salir! Cancerbero del alma
¡Deja, Déjame traspasar tu sonrisa!


¡Pudiera ser tan feliz esta noche!
Aún quedan ensueños rezagados.
¡Y tantos libros! ¡Y tantas luces!
¡Y mis pocos años! ¿Por qué no?
La muerte está lejana. No me mira.
¡Tanta vida Señor!
¿Para qué tanta vida?

Descifrando

El poema empieza con una duda “Tal vez esta noche no es noche”. Una voz poética trata de encontrar las palabras adecuadas para describir a la noche pero no las encuentra. Intenta describirla utilizando la imagen de un “sol horrendo” definiéndo, a su vez, la imagen negativa que está teniendo hacia la noche.
Su búsqueda por describir a la noche obtiene un tono de resignación “o cualquier cosa...” la que la lleva a un estado de impotencia y enervamiento: “¡Qué se yo!”. De lo que sí sabe es de su carencia: Faltan palabras! Falta candor, falta poesía cuando la sangre llora y llora! Con esta personificación la voz poética revela al lector el estado de sufrimiento en el cual se encuentra. Ese estado cobra intensidad mediante la reduplicación: „Faltan palabras / Falta candor / Falta poesía” asi como „Llora y llora“.

En la segunda estrofa de este poema, la voz poética sueña con la felicidad nombrando lo que la haría sentir asi: El poder “palpar las sombras”, “oír pasos”, decir “buenas noches”. El hecho de que estas frases condicionales irreales estén contruídas con el imperfecto del subjuntivo y no con el pluscuamperfecto del subjuntivo deja entrever la existencia de posibilidad, de esperanza.
Pero en la tercera estrofa la desesperanza recobra intensidad mediante esta hibérbole: “hay algo que rompe la piel / una ciega furia”. Allí se encuentra también la razón de su impotencia, de su desdicha. La voz poética vuelve a intentar liberarse de ese estado: “¡Quiero salir! Dirigiéndose a un tú, al “cancerbero del alma” pidiéndole que le deje traspasar su sonrisa! Y el lector se pregunta por qué “sonrisa”?

En la última estrofa vuelve la esperanza, la voz poética nombra lo que le causa felicidad: “libros”, “luces” y hace alude a su juventud. Pero es con ese tema que vueve la deseperanza y el sin razón de ser de la voz poética.
El hecho de que en la exclamación se dirija al “Señor” da un acento de lamento, de invocación al poema. El poema termina con una interrogación retórica “¿Para qué tanta vida?, con la cual se cierra el círculo de duda empezada en el primer verso del poema.

La voz poética titula al poema “noche”, una noche que no es noche y que está descripta con la imagen de “sol horrendo” se podría interpretar como la muerte que no es muerte asi como la imagen del “sol horrendo” podría ser una imagen de la vida que no es vida, o mejor dicho, es vida que sobra.

"En un lugar para huirse" de Alejandra Pizarnik

Análisis e interpretación del poema „En un lugar para huirse“ de “los trabajos y las noches” 1965

En un lugar para huirse

Espacio. Gran espera.
Nadie viene. Esta sombra.
Darle lo que todos:
significaciones sombrías,no asombradas.
Espacio. Silencio ardiente.
¿Qué se dan entre sí las sombras?


Descifrando

La primera palabra en este poema es “espacio” que podría interpretarse como sinónimo de lugar asi como también como un espacio causado por la falta de algo/alguien. Alguien está esperando la llegada de otra persona que no viene, esa ausencia está remarcada con la imagen de “esta sombra”.
Tanto la brevedad de las frases de esta primera estrofa asi como las pausas causadas por las reiteradas conjunciones, figura retórica conocida bajo el nombre de polisíndeton, dan la sensación de escuchar el sonido de la manecilla del reloj causando un efecto de prolongación en el tiempo y acentúando asi la acción de esperar.
Y uno se pregunta ¿A quién se está esperando? Y sobre todo ¿Qué significa ese “espacio”?. Observando el título del poema “En un lugar para huirse” uno se ve confrontado con la incertidumbre porque se halla ante una antítesis: El verbo está utilizado de manera reflexiva, lo que indicaría la presencia de una voz poética que está hablando de un lugar para apartarse de ella misma, de sí misma.
Y uno se pregunta si ese lugar existe. El único espacio en que uno podría creer que se puede apartar de si mismo es estando muerto: Lo que significaría que la voz poética está esperando a la muerte personificada en ese “nadie”.

Lo que aclararía también el mensaje de la segunda estrofa: “Darle lo que todos / significaciones sombrías, no asombradas” refiriéndose de este modo a como los demás conciben la muerte; como algo tétrico pero sin novedad. En esos versos se puede observar un juego de palabras, una paranomasía, ya que aunque las palabras “sombrías” y “asombradas” provengan de una misma raíz (sombra), tienen significados diferentes.

En la última estrofa se observa una intensificación de la ausencia sentida por la voz poética mediante la repetición de la palabra “espacio”, la presencia de una sinestesia “silencio ardiente” que a su vez intensifica el efecto negativo de esa ausencia y la interrogación retórica “¿Qué se dan entre sí las sombras?” que si se intentaría encontrar una respuesta nos hallaríamos ante la palabra “nada”. Esta intensificación de la ausencia sentida por la voz poética se podría traducir como la ansiedad que siente ella por que venga lo esperado que denota a su vez las ganas o necesidad de apartarse de sí misma, de huirse que está experimentando la voz poética.

El Leitmotiv en este poema es el de la ausencia: la persona que no viene, el espacio no llenado, el silencio, la huida no realizable, la muerte no concebida.

Pd: Interpretado con la ayuda de la fantasía mágica de Alejandra de Argentina en un barco-bar a orillas de un canal berlinés.

Pd: Toda coincidencia de nombre y nacionalidad es mágica causalidad


"El ausente" de Alejandra Pizarnik

Análisis e interpretación del poema „El Ausente“ de “las aventuras perdidas” 1958

El ausente

I

La sangre quiere sentarse
Le han robado su razón de amor.
Ausencia desnuda.
Me deliro, me desplumo.
¿Qué diría el mundo si Dios
lo hubiera abandonado así?


II

Sin ti
el sol cae como un muerto abandonado.

Sin ti
me tomo en mis brazos
y me llevo a la vida
a mendigar fervor.





En el primer verso de este poema, compuesto de dos partes; una de seis versos libres, la otra de dos estrofas con dos y cuatro versos libres respectivamente, se denota el inmenso dolor que la voz poética siente ante el abandono, la ausencia de su amado: La personificación de que “la sangre quiere sentarse”, que ya no quiere fluir es, a la vez, una alegoría al hecho de no querer seguir viviendo porque “le han robado su razón de amor”. Asi mismo se divisa lo presente (“la sangre” / la voz poética) de lo ausente (“la razón de amor” / su amado).
El tercer verso está compuesto por dos palabras “Ausencia desnuda” que expresan la cruel realidad de la ausencia del amado. Se observa un juego de palabras pues mientras que “ausencia” significa lo que no está, el adjetivo “desnuda” califica a algo o alguien que está, pero que no posee nada de ropa asi como también puede calificar a algo que está claro, sin doblez, patente. De cualquier manera, se siente la desesperación, la locura que ocasiona esta ausencia a la voz poética: “Me deliro”, me desplumo”. Con esta ausencia la voz poética tiene no sólo perturbada la razón sino no sabe que hacer con ella misma.
La primera parte del poema “El ausente” termina con una interrogación retórica: “¿Qué diría el mundo si Dios lo hubiera abandonado así?”. Mediante esta hipérbole la voz poética busca comprensión a la dimensión del sufrimiento que está sintiendo asi mismo está ubicando a la persona amada en una posición divina al compararlo con Dios.
En la segunda parte la voz poética se dirige directamente a su amado diciendole: “Sin ti / el sol cae como un muerto abandonado”, con esta alegoría se acentúa la oscuridad fúnebre en la que le ha dejado esta ausencia. Si se tiene en cuenta que el amado en realidad ya no está, esta frase de estilo directo ya no tiene destinatario, es más, está frase gana eco, gana profundidad, acentúando de esta manera el vacío, la soledad por la que está pasando la voz poética.
Esta soledad se sigue percibiendo en la segunda estrofa, en la cual la voz poética sigue hablándole a su amado y le cuenta que se va “a la vida a mendigar fervor”. Con esta confesión la voz poética no sólo se sitúa en la posición de mendiga sino que a la vez se sitúa en la posición de devota ya que lo que pide es “fervor”, ella está pidiendo sentir adoración por alguien. Con la palabra “fervor” no sólo se crea una conexión con la palabra “Dios” de la primera parte del poema, en donde la voz poética compara a su amado con él, sino que también revela que para la voz poética su razón de amor, es el fervor, lo que se podría interpretar a su vez como el significado que ella tiene del amor que sería entonces la entrega.